LA SOLEDAD EN LO POÉTICODESDE MANUEL MEJÍA VALLEJO [1]
Por: Juan Esteban López Agudelo
Estudiante de Lic en Filosofía & Letras
Universidad Pontificia Bolivariana
V Semestre
2012-01
Manuel
Mejía Vallejo es uno de los escritores más importantes de la Literatura
Latinoamericana pero en especial de nuestra Literatura Antioqueña, ya que
después de Tomás Carrasquilla y Fernando González, se atrevió a mostrar desde
la escritura como es nuestro pensamiento social y cultural en torno a temas
como la mujer, la familia, la moral y las buenas costumbres.
Pero
en el aspecto que me detuve dentro de la lectura de su obra fue el de la
soledad en su poesía, ya que para muy pocas personas, esta faceta de Mejía es
muy poco conocida, debido al éxito de su escritura en el género literario de la
novela o del cuento.
Para
empezar partimos que la soledad, es un estado de la naturaleza humana donde los sujetos,
buscan encontrarse consigo mismo y así
pensarse en cuanto a fortalezas, debilidades y aspectos a mejorar para así
generar lo que conocemos en nuestro tiempo como la reflexión acerca de lo que
somos como personas. Estos espacios de soledad, son también para hacernos
preguntas, análisis o críticas sobre lo que realmente nos llama la atención de nuestrodevenir
en el mundo e igualmente también es un
deseo de conocer caminos mágicos del
conocimiento en la filosofía, la Literatura entre otras ramas habidas en el mundo.
Ahora bien, los conceptos de la Soledad en la obra
poética de nuestro autor, se mueven tres atmósferas o entornos de núcleo
que agrupan la tonalidad de sus trabajos: el campo, la historia de la ciudad
con sus luchas morales y físicas y por
último la región de la consciencia (sueños y espacios)[2] Dentro
de la primera atmósfera, se muestra la
soledad desde un ámbito de la nostalgia, ya que tuvo que dejar Jardín como su
pueblo, personajes, historias y tradiciones debido a la enfermedad de su abuela
paterna. Pero lo que más evoca en sus
saberes poéticos son sus vivencias que allí
tuvo y que a través de la poesía
configura la experiencia de tener una niñez en el campo; pero en especial, el
sabor del primer amor y el desarrollo de
la escritura de una temática poética que se llama memoria
alcanzada desde y para la intuición (Evocación).
En el segundo caso, la
influencia es la soledad del tiempo, generada por los recuerdos entre lo pasado y lo presente que da la
distancia entre su tierra natal Jardín Antioquia con Medellín, pues el tránsito
de la Ciudad, lo hizo dejar el olor del bello café, las hermosas novias pero
antes que nada el aroma de tomar aguardiente alrededor de los parques de Jardín
y Jericó. Para buscar una soledad de tiempo, que se ve develada no sólo en la
cultura de la escritura sino en el hábito de tomar aguardiente en recintos cerrados
alrededor de los tangos de Lovaina, Manrique entre otros.
Del mismo modo, estas
escrituras ayudaron no sólo a la formación de un niño imaginativo sino a un
adolescente que mediante la lírica iba decir de manera formal el retrato de las pasiones y sentimientos
humanos como son el odio, el amor; lo mismo que el bien y el mal, que es algo
tan inherente a lo humano, ya que como diría esa frase de Nietzsche somos
humanos demasiado humanos, por eso necesitamos de medios para expresar todo ese
caudal de cosas que nos pasan en nuestro diario vivir en la sociedad y en la
cultura.
La tercera atmósfera en cambio, es la soledad de sí mismo, donde el tiempo es
jugador de lo que desea Manuel, pero antes que nada, le ayuda en la creación de
sus personajes mediante rasgos y características sociales y culturales que él
mismo leyó dentro de la sociedad de su tiempo. Ejemplo de esto es su Efrén
Herreros y Soledad de Herreros en la casa de las dos palmas que no sólo se ven
expuesta en dicha novela, si no dentro de algunos de sus poemas, porque nos muestra la figura de una mujer que hiere
a su hombre en lo que más duele, que es el ego (masculinidad bateada por la
infidelidad) donde el olvido de la vida marital o del ser hombre
como sujeto de pasiones y sentimiento en torno a un tema como el amor no vale
su sentir sino más bien el actuar. De esto se ve el siguiente poema de ejemplo:
Contra
el mal de haber querido
Me
dijeron que olvidara;
Hoy
digo al que aconsejara
Que
mi mal es el olvido.
Cuando me da por amor
Fracaso con mi labor,
Pero el fracaso es mayor
Si me da por olvidar.
Esto no es un tema
recurrente no sólo en su poesía sino que en sus novelas, nos quiere mostrar a
ese lector que es un habitante de ciudad, que vivimos en un lugar donde se
juega la dualidad de ser unos en el día y otros en la noche, mientras que todos en la casa duermen o
cumplen sus deberes sociales y culturales dentro del matrimonio para “quedar
bien” con el otro u otra en este caso. Quisiera decir para cerrar que el autor
me dejó estas incognitas cuando leí sus poemas y que a penas a lo largo de un
año estaré tratando de responder en otro texto.
Sus auténticos personajes
de la literatura, nos dicen las
experiencias de un encuentro sobre ¿Qué
es lo que realmente siente un habitante de ciudad en determinados momentos?
¿Cuáles son las experiencias de vida que nos ayuda a mirar el sentido de
habitar un espacio? .
[1]El Siguiente Texto fue un trabajo investigativo
para el Semillero de Poesía y Poeta orientado por el practicante Juan Camilo Tobón Cossio quien me dio todo su
apoyo para el trabajo que les voy mandar; lo mismo que mi colega y amigo de
Filosofía & Letras el Estudiante Jhon Camilo Zapata.
[2]Op-cit de MACÍAS ZULUAGA, Luís Fernando,
BUSCARRAÍZ, Pág.49-53 Editorial UPB, Medellín, 1999.
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