domingo, 22 de abril de 2012

SENSIBILIDAD HECHA ARTE - Luisa Fernanda Vanegas

Ana Lucía Montoya Rendón
"totalmente coloquial y humorísticamente oscura"


 ¿Quién es Ana Lucía Montoya Rendón y cómo se define como artista?
Luisa Fernanda, primero que todo quiero felicitarte a ti, a nuestra amiga común, Tina Gómez, “Morus” y a todos los escritores que, con ustedes, se han dado a la tarea de difundir las Letras y el Arte en general, a través de la creación de la Revista Letras Simbólicas, nuevo y maravilloso espacio virtual, que, apenas iniciando actividades, muestra un número grande de decididos seguidores. Segundo, agradecerles esta invitación la cual me llena de júbilo  y de mucho orgullo, pues estar hoy aquí es de verdad un gran honor.
Definirse a sí mismo es gran pretensión porque  hay que partir de la base de que somos a la vez, el observador y el observado. Es decir, conocernos  perfectamente y,  si deseo ser  concreta al contestar esta pregunta, debo decir que, el conocerse o definirse como artista, es tarea bastante compleja porque es  como medir la carga de emocionalidad, concreción o abstracción que manejamos al describir o bocetar paisajes, o cosas, o circunstancias, o, yendo más lejos, detallar ideas, describir o apuntar características de los planos sutiles o de los planos más densos.  Por todo esto, siempre me declaro “aprendiz de todo y experta de nada”, con lo cual significo que, vivo un proceso infinito de búsquedas, dentro y fuera de mí. A veces, cuando me releo, siento que hago lectura de un “alguien” que en algún momento se ha asomado por mi mente y me ha dictado o “acosado” aquellos temas que expongo en mis poemas o en mis bocetos. Siento palpable en mí, la tristeza de ese alguien; siento que quiere ser alegre pero por alguna razón oculta, no lo consigue. También siento que él sabe cosas que yo no sé y,  además sé, mira hacia los mundos de manera tan diferente de como lo hago yo. Ese alguien se asoma de frente, se refunde en mi imagen cuando me miro al espejo,  pero finalmente, no logra desplazarme. Repito, definirme implica quizás, catalogarme dentro de un estilo, dentro de una línea de pensamiento, dentro de una gama de colores y no logro ubicarme en un punto exacto: ¿soy simbolista, o realista, o abstracta, o… simplemente, alguien que se sale de sí misma y escribe en esos momentos de delirio?

¿Cómo fue su acercamiento con las letras en sus primeros años?
Desde muy pequeña  oía recitar y cantar a mi madre, a mis tíos y tías. Luego comencé a ver libros por todos los lados. Algunos eran los libros de texto de mis primas que los dejaban en casa cada año cuando venían del internado. Recuerdo muy bien lo buenos lectores y poetas que eran que mis tíos maternos. También vienen a mi memoria,  aquellos momentos en que mi madre dedicaba parte de su escaso tiempo, a enseñarme a leer y a escribir. Aproximadamente a la edad de ocho años ya leía con mucho gusto y “apetito” todo lo que caía en mis manos,  aunque en muchas ocasiones no entendía casi nada. Leía de todo, incluso recetas de cocina que aparecían en las revistas Life y Vanidades en las que los ingredientes eran para mí, tremendo tema “oscurantista”. A partir de allí, la lectura siempre fue una pasión. Leía lo que había en la biblioteca del colegio y pedía prestados aquellos libros con los que mis compañeras de clase, presumían.  Años después conocí  la revista dominical, Magazín del Espectador, importante periódico colombiano, la que nos abría la puerta hacia el espacio infinito de las letras, de las artes plásticas, de la filosofía, de la política, de los temas sociales. En fin, nos enfrentaba con muchos horizontes y nos estimulaba hacia la búsqueda de autores y de sus obras reseñadas en los fascículos de cada domingo. Creo que la lectura es un proceso individual y es por este motivo que hay en el mundo tantos lectores como temas tratados. A lo largo de su vida, cada lector, se identifica con diferentes temas, acordes a su sensibilidad y a su profesión, si la tiene, de tal manera que, la “adicción” a la lectura, depende de los estímulos que una persona haya tenido a edad temprana.  De esta forma, sin darme cuenta, fui construyendo una línea de lectura a través de las novelas, la poesía, el ensayo, la historia, la religión, algunos temas filosóficos, etc. Hoy leo igual que antes, pero tengo una tendencia marcada hacia el ensayo, la poesía, las biografías… 

¿Cuándo comenzó a escribir poesía? 
Recuerdo que me enamoraba “de ojo” de los niños de mi vecindario, pero… ¡jamás fui capaz de hablarles  y creo que ellos nunca “notaron mi existencia”! A esos amores dediqué mis más amorosas, sentidas y pueriles palabras, las cuales depositaba en una libretita de hojas de tonos pastel, que me habían regalado el día de mi primera comunión. En esa pequeña libreta puse lo que con mi voz no podía decir, además, una niña de mi “educación en colegio de monjas”… jamás debería decir o insinuar “tales cosas”.

¿Recuerda su primer poema? 
No lo recuerdo. Solo sé que escribí muchos poemas y cartas entre los once y los diez y ocho años y que, unos días antes de casarme, rompí todos esos papeles. Hasta hace algunos años supe que mi hermana fue lectora furtiva de mis insipientes letras. Ella y algunas de mis compañeras de colegio, dan fe de mi interés por la lectura y la escritura.  

¿Algún autor la marcó en su forma de escribir?
No sé con certeza cuál.  Solo sé que entre más leía, más quería hacer aquello que hacían los autores de las obras que pasaban por mis manos.  Los cuentos de los hermanos Green, las novelas de Verne, los enigmáticos cuentos de Poe.  Los poemas de Lorca, Bécquer, Barbajacob, Neruda…, como para indicar algunos, aquéllos más antiguos, archivados en mi memoria. 

¿Cuál es el tema más recurrente en sus poesías?
Creo que mi persistencia está apuntalada generalmente en la mujer amada, en esa Eva primigenia o en la actual, en el amante, en la Vida, en la Muerte, en el Amor, en la Libertad; en los valores, en las virtudes. Si, siempre estoy subrayando con letras capitales a esos entes. Además, mi panteísmo, asoma en todo momento, porque al Hacedor de todo, lo veo en la Vida misma, en el Universo, en la Naturaleza, en la misma imagen del Hombre. Creo firmemente que Él es el Uno y el Todo. Por esto, la gran mayoría de mis textos, explicita o tácitamente, siempre Lo mencionan.

¿Cómo podrían ser clasificados  sus textos (su estilo)?
Dicen que soy oscura en mi forma de decir las cosas. Pero yo creo que soy “totalmente coloquial y humorísticamente oscura”, mas nunca pretendo serlo, sale sin buscarlo. Solo sé que cuando escribo, vienen al galope esas ideas o entes de muy dentro de mí. Describo todo lo que vive y pervive en mí. Detallo en la medida de lo posible, los mundos en que habito, digo con colores sonoros lo que hay dentro de mí. Nunca me digo, voy a escribir sobre esto o aquello, a menos que me pidan que hable sobre un tópico en particular.
No solo es escritora si no también artista plástica. Cuéntenos un poco de eso… 
El Tiempo dirá qué talla llegue a alcanzar y cuántas vidas deba durar este aprendizaje. A veces el Tiempo está tan ocupado en descorrer las cortinas del escenario para que el mundo mire y admire la obra de los verdaderamente grandes que, apenas si nos deja asomar al menos la uña de uno de los dedos meñique y con eso nos damos por muy bien servidos porque sabemos que por ahora hay que hacer lo posible e imposible para exhibirse orgullosos en esos sitios. Para ser grande hay que trabajar muy duro, ese es el reto y, la faena apenas se inicia.
Artista plástica quiero ser y voy caminando en ese sentido. Sé que me falta escuela pero, la disposición y la decisión de “ser  artista“, existe. Gusto dibujar figura humana, lo hago con grafito o carboncillo, sobre papel bond, periódico, cartón acuarelable o sobre tela. Por motivos que no viene al caso comentar, desde hace muchos meses no he podido ejercitarme en ello. Espero dentro de un corto tiempo, pueda reanudar esa actividad.

¿Qué pinta Ana Lucía?
Como dije antes, generalmente trabajo sobre la figura humana, me considero poco paisajista.  Generalmente trabajo sobre tela, sobre cartón o sobre papel; el medio me es indiferente. Utilizo  pinturas acrílicas u óleos, grafitos, cretas, carboncillos.

¿Sus pinturas van enlazadas a sus poemas?
No. Nunca he hecho un poema y de allí haya partido hacia la tela o hacia el papel de dibujo. Tampoco he hecho un dibujo y de él haya salido hacia el poema. Sí he escrito poemas donde el vocabulario es propio de un dibujante o de un pintor, como por ejemplo la palabra boceto, claro oscuro, silueta, valores o degradé de algún color, etc.

¿Cuál de estos dos talentos descubrió primero y cómo lo alimentó? 
El tiempo de iniciación o de origen es el mismo. Está ligado a mi infancia. Muy ligado a aquellos primeros años de mi vida en el campo, lugar de donde vengo y al que añoro regresar. Fui arrancada de allí a los seis y medio años. Traje conmigo hasta ese cajón llamado casa de ciudad, una cajita mágica, plena de memorias sonoras y multicolores, cargada con el aroma de la tierra mojada;  desbordante de neblinas, de musgos húmedos y de barro; muy brillante por las tonalidades  de Sol, de Luna y de estrellas que eran más relucientes allá, en el campo; traía mi cajita nunca saturada de la visión divina de los cafetales cubiertos de azahares, ni del aroma del trapiche, perfumado con el jugo dulce de la caña, hirviendo en los fondos de cobre, durante los días de molienda;  no eran exceso dentro de ella, los susurro de los guaduales y de los cañaverales, ni sobraba en ese inventario, la remembranza de los pollitos acabados de nacer, acurrucados debajo de la gallina clueca y celosa; ni era remanente, la imagen en mi retina de las pequeñas serpientes “rabo de ají “, retorciéndose sobre la tierra colorada del patio del frente de la casa, de la finca donde nací. Sí, de todo eso llené mi cajita mágica. Y aún está repleta de todos esos recuerdos.

¿Publicaciones , presencia virtual y real en algunos sitios?
Está en preparación un poemario titulado Versos Grises y otro, Poemas Encadenados (título tentativo), con la poeta argentina, Liliana Varela.
Publicada dos veces en el Magazín Virtual del  Espectador;  en octubre del 2010 en el Magazín del Espectador, primera edición en papel, después de muchos años de haber estado cesante;  editada en la Revista Sequoyah Virtual, del escritor puertorriqueño Carlos López Dzur; en Palabras al Sol, revista del grupo Muestrario de Palabras, edición No. 16. Mis poemas leídos en varios programas radiales argentinos, como Una Noche Inolvidable, del actor Carlos Fernández; en el programa Al Borde de la Palabra, de la poeta uruguaya, residente en argentina, Patricia Ortiz y Liliana Varela, argentina. 
Hay varios videos de mis poemas en Youtube y la publicación permanente de todos mis textos en mi Blog “Naturaleza y el Camino del Medio No. 2, aun en revisión.
Algunos dibujos y pinturas, en la página de Artistas de la Tierra. También estuve presente con algunas de mis pinturas, durante cuatro años consecutivos (2005, 2006, 2007, 2008), en el Festival Ricardo Nieto, ciudad de Palmira, Departamento del Valle del Cauca, Colombia, lugar en el que residí hasta el 2009.
Enlaces de algunos de los sitios donde hago presencia:

http://www.goear.com/listen/a4e0b73/boceto-ana-lucia-montoya-rendon
http://www.goear.com/CANTACLAROOO/songs/
http://youtu.be/MapN9yxeNbc
http://palabrasalsol-muestrariano.blogspot.com/
http://sequoyahmagazine.blogspot.com/search?q=ana+lucia
http://www.artistasdelatierra.com/artistas/carjana
http://www.artsalud.es/pagines/Ana-Lucia-Montoya-Redon.html
http://naturalezaycaminodelmedionumero2.blogspot.com/

¿Alguna anécdota en especial que desee contarles a nuestros lectores? 
Estaba yo de unos once o doce años y siendo ya proyecto de lectora empecinada y, para que no me dijeran nada en mi casa, me encerraba  a leer en el sanitario durante incontables horas o subía al techo de mi casa, hecho que aprovechaba para dar buenos paseos por los tejados vecinos,  pero por más que me aplicaba en caminar como gato y por más que me arrastraba como sabandija para que no me vieran, quebraba  tantas tejas tratando de buscar “algún tesoro”, que, finalmente llego el día en el que una vecina me descubriera  y acusara, por lo que me dieron tremenda reprimenda y cuidaron muy bien para que no regresara a ese “gatuno hábitat”. Desde ese triste e inolvidable momento no pude volver a mi “cielo”, pero, seguí por muchos años más, como incansable lectora de sanitario. Es más, creo que nunca he dejado de serlo, pues hay ocasiones en las que siento que descanso muy bien cuando leo unas cuantas líneas sentada, allí, en ese trono, tan común a muchos lectores en todo el mundo.
Hace algunos días, uno de mis primos, quien ha leído y oído mis poemas, dijo, -de algo valieron tus encierros en el sanitario-…!!!

NO BASTAN

Sí!
¡Cinco sentidos no bastan...!
Quiero diez en simultáneo.
Hagan eco
a tus miradas de fuego
resonancia de gemidos y jadeos.

Necesito el hamaqueo del viento
el susurro de las olas,
la mano de la brisa,
la lengua lasciva del fuego,
consentimiento de humedales,
el arco tensado de mi espalda,
y la flecha certera de mi arquero!

Necesito que me hables
con palabras sin recato,
que me mires y mirarte
cuando el cielo voyerista
se come nuestro encuentro.

El amor solo no puede...

¡Necesito del cielo y del infierno!

©Ana Lucía Montoya Rendón



NO TE VAYAS
  
"Por eso déjame morir, 
al cabo muriendo 
mis fantasmas se disculpan..."
Jesús Albo


a qué morirte 
si eres luz que cataliza sombras
eres impulso de las olas
a qué irte sobre ellas galopando
si sobre la neura de su espuma
acomodo mis impulsos verdes

míraame!!
soy jaca tremebunda 
tocando mil infiernos
acosada por agónicas esperas

no te vayas que sin tí no habríaa amaneceres
ni siluetas abrazadas en la oscuridad de la caverna

no te vayas tú
que con uno que se vaya
en equilibrio queda la moneda



ana lucía montoya rendón
febrero 2012



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